Los asiáticos los utilizaban en el s. VII, pero es ahora cuando en occidente valoramos sus propiedades para mejorar la naturaleza de la piel en las zonas del rostro, cuello, escote y zonas localizadas del resto del cuerpo.
 

Desde épocas ancestrales los chinos han utilizado los rodillos de jade para reducir la hinchazón, drenar las toxinas de la piel e incrementar la circulación de la sangre. Los expertos, ahora afirman que el jade ayuda con el drenaje linfático, una técnica que libera la piel de la retención de líquidos.   

El rodillo de jade pulido es especialmente beneficioso para la piel del rostro porqué ofrece un suave efecto calmante y disminuye la apariencia de líneas finas de expresión puesto que ayuda a ejercitar la musculatura facial a través del masaje. Además se recomienda especialmente para liberar la tensión de esos músculos faciales, especialmente alrededor de la frente y los ojos, que tienden a generar mayor número de líneas finas de expresión. Hay quién los usa también para zonas corporales como muslos o glúteo, pero según nuestra propia experiencia es demasiado pequeño para actúar bien. Recomendamos optar siempre por el cepillado corporal si lo que se busca es ejercitar bien la zona. El rodillo de jade es más delicado y más preciso para rostro, cuello y escote. 

El doble rodillo de este Jade permite el fácil y cómodo acceso a las zonas más inaccesibles del rostro como los pliegues nasales, las zona ocular...
 

Se puede usar tanto como se quiera y a cualquier hora del día, aunque siempre es bueno mantener la rutina constante para ver los efecto. Se puede usar con la piel seca, pero mejor hacerlo por la noche después de tu rutina de limpieza, crema, sérum, etc. para que además, estos productos penetren mejor en la piel.